Cuáles son los riesgo y estafas on line más comunes

Aquí te presento algunos de los riesgos y estafas online más comunes a las empresas:

Phishing: Consiste en correos electrónicos falsos o sitios web que imitan entidades legítimas para engañar a las personas y obtener información personal o de la empresa, como contraseñas o detalles bancarios.

Ransomware: Un tipo de malware que cifra los datos del usuario y pide un rescate para desbloquearlos.

Ataques DDoS: Un ataque que inunda un sistema, servidor o red con tráfico para causar una interrupción del servicio.

Man-in-the-middle (MitM): Cuando un atacante intercepta la comunicación entre dos partes sin que estas lo sepan, esto puede ser para robar datos o alterar la comunicación.

Inyección SQL: Un tipo de ataque que busca ejecutar comandos maliciosos en una base de datos a través de un sitio web.

Ataques de fuerza bruta: Intentos repetidos de adivinar contraseñas hasta obtener acceso.

Software malicioso (malware): Software diseñado para infiltrarse o dañar sistemas informáticos.

Insiders maliciosos: Empleados o colaboradores que, intencionadamente, causan daño o roban información.

 

¿Cómo puedo como trabajo, protegerme de estas amenazas?

 

A través de la Educación: La formación en ciberseguridad es esencial. Aprender a reconocer y evitar estafas, como el phishing, es uno de los pasos más efectivos.

Utilizando contraseñas fuertes: Utilizar contraseñas únicas y complejas para cada cuenta. Considera el uso de un administrador de contraseñas.

Con autenticación de dos factores (2FA): Añade una capa adicional de seguridad al proceso de inicio de sesión.

Teniendo actualizaciones regulares: Mantener el software, sistemas operativos y aplicaciones actualizados.

Haciendo copia de seguridad: Realizar copias de seguridad regulares de datos importantes, preferiblemente en la nube y en dispositivos físicos.

Software de seguridad: Utilizar software antivirus y antimalware de buena reputación y mantenerlo actualizado.

Navegación segura: Evitar sitios web sospechosos o no seguros y no descargar archivos de fuentes desconocidas.

Redes seguras: Usar redes privadas y evitar redes públicas abiertas cuando se maneja información sensible.

Limitar el acceso: No compartir información innecesariamente y limitar el acceso a datos sensibles solo a quienes realmente lo necesiten.

Sospechar siempre: Si algo parece sospechoso, incluso si proviene de una fuente conocida, es mejor verificarlo antes de actuar.

Recuerda que la ciberseguridad no es solo una cuestión de tecnología, sino también de comportamiento. Los empleados bien formados y conscientes son una de las mejores defensas contra las amenazas cibernéticas.