La palabra diversidad, intuitivamente nos lleva a pensar en diferencia y variedad. Así, al hablar de diversidad, de modo inmediato, pensamos en las manifestaciones visibles de nuestras diferencias como personas, por ejemplo: edad, género, rasgos físicos, idioma, religión o algunas discapacidades para realizar una actividad concreta.
Estamos menos acostumbrados a entender la diversidad en términos de diferencias que no son perceptibles “a primera vista” como son: experiencia profesional y personal, valores, creencias, modos de pensar, modos de sentir, capacidades, conocimientos, actitudes,… Estos son aspectos que, en definitiva, determinan el comportamiento y el desempeño de las personas en su puesto de trabajo.
¿Qué es un Plan de Concienciación de la Diversidad?
Un plan de diversidad es un documento estratégico que establece las políticas y prácticas específicas diseñadas para promover y mantener un ambiente de trabajo inclusivo y diverso dentro de una organización.
Este plan refleja el compromiso de la empresa con la creación de un entorno laboral donde se respeten y valoren las diferencias individuales y se promueva la igualdad de oportunidades para todos los empleados, independientemente de su género, raza, etnia, edad, orientación sexual, religión, discapacidad, u otras características.
¿Cuáles son los objetivos principales?
El plan de diversidad tiene varios objetivos clave, que incluyen:
- Fomentar un entorno inclusivo: Crear una cultura organizacional que no solo acepte, sino que celebre la diversidad entre sus empleados.
- Eliminar la discriminación: Implementar políticas y procedimientos que activamente eliminen cualquier forma de discriminación en el lugar de trabajo.
- Aumentar la representación: Asegurar que la fuerza laboral refleje la diversidad de la comunidad en general, mejorando los esfuerzos de reclutamiento y promoción de grupos subrepresentados.
- Mejorar el rendimiento del equipo: Reconocer y utilizar la diversidad de pensamiento y experiencia para mejorar la toma de decisiones y la innovación.
- Cumplir con regulaciones legales: Alinear las prácticas de la empresa con las legislaciones locales e internacionales sobre igualdad y no discriminación.
Para que un plan de diversidad sea exitoso, es fundamental que cuente con el compromiso y apoyo de la alta dirección. Además, debe integrarse en todos los aspectos de la gestión de recursos humanos y en las operaciones diarias de la empresa. También es crucial que exista transparencia en el proceso y que se establezca un diálogo abierto con los empleados para recibir retroalimentación y fomentar su participación en la promoción de un entorno laboral inclusivo.
¿Cuáles son los objetivos principales?
El plan de diversidad tiene varios objetivos clave, que incluyen:
- Fomentar un entorno inclusivo: Crear una cultura organizacional que no solo acepte, sino que celebre la diversidad entre sus empleados.
- Eliminar la discriminación: Implementar políticas y procedimientos que activamente eliminen cualquier forma de discriminación en el lugar de trabajo.
- Aumentar la representación: Asegurar que la fuerza laboral refleje la diversidad de la comunidad en general, mejorando los esfuerzos de reclutamiento y promoción de grupos subrepresentados.
- Mejorar el rendimiento del equipo: Reconocer y utilizar la diversidad de pensamiento y experiencia para mejorar la toma de decisiones y la innovación.
- Cumplir con regulaciones legales: Alinear las prácticas de la empresa con las legislaciones locales e internacionales sobre igualdad y no discriminación.
¿Ventajas de promover la diversidad?
Disponer de un plan de gestión de la diversidad en las empresas ofrece múltiples beneficios tanto a nivel organizativo como social, fortaleciendo la estructura interna y la posición de la empresa en el mercado.
A continuación, se detallan las principales ventajas de implementar un plan de gestión de la diversidad:
Incremento en la innovación y creatividad: Los equipos diversos, que integran personas de diferentes edades, géneros, culturas, orientaciones sexuales, y capacidades, tienden a ser más creativos y a generar más innovación debido a la variedad de perspectivas y experiencias que aportan.
Mejora en la toma de decisiones: La diversidad en el lugar de trabajo puede llevar a una toma de decisiones más efectiva. Los estudios han demostrado que los equipos diversos examinan más a fondo los hechos y son más propensos a reexaminar hechos y a permanecer objetivos.
Aumento de la competitividad y apertura a nuevos mercados: Las empresas que reflejan la diversidad de la sociedad están mejor posicionadas para desarrollar productos y servicios que apelan a un mercado más amplio y variado. Esto puede traducirse en una ventaja competitiva significativa.
Mejora de la reputación empresarial: Las compañías comprometidas con la diversidad son vistas favorablemente por el público, los clientes y los posibles empleados. Esto puede atraer talento de alta calidad y aumentar la lealtad de los clientes que valoran la inclusividad.
Reducción del absentismo y aumento del compromiso: Los empleados que sienten que su entorno de trabajo es inclusivo y respeta su identidad y necesidades tienden a mostrar mayor compromiso con la empresa. Esto se traduce en menor rotación de personal, menor absentismo y mayor productividad.
Cumplimiento legal y reducción de riesgos legales: Existen leyes que promueven o exigen igualdad de trato y no discriminación en el ámbito laboral. Un plan de gestión de la diversidad ayuda a cumplir con estas normativas y reduce el riesgo de sanción por discriminación.
Mejora del ambiente laboral: Un ambiente de trabajo que celebra y promueve la diversidad puede mejorar la moral y fomentar un sentimiento de pertenencia y respeto mutuo entre los empleados, lo cual es clave para el bienestar en el trabajo.
Capacidad de adaptación y resiliencia: Las organizaciones que gestionan y valoran la diversidad tienden a ser más flexibles y adaptativas a los cambios en el mercado y en la sociedad. La diversidad de pensamiento facilita la anticipación y adaptación a los desafíos emergentes.